Presentación del proyecto
El proyecto
colaborativo “Me alimento y aprendo”, está dirigido a estudiantes del
nivel de básica primaria con edades comprendidas entre los 10 y 12 años de
edad. Tiene como propósito fundamental, que partiendo de una realidad cercana
como es la alimentación, los estudiantes reflexionen sobre los beneficios que
trae para su desarrollo físico y mental la creación de hábitos alimenticios
saludables, así como también que vean la necesidad de adquirir aprendizaje colaborativo mediado
por las TIC. En este proyecto también se utilizan estrategias de trabajo que
llevan a potenciar habilidades para el desarrollo del pensamiento
numérico.
Los adecuados hábitos de alimentación
conllevan a tener una vida más saludable desde muy temprana edad, para lo cual
se debe fomentar prácticas saludables desde la familia, el colegio y la
sociedad en general, en busca de beneficios y protección para niños, niñas y
adolescentes en la salud física, social y mental, evitando factores de riesgo
en su salud como desnutrición, obesidad, colesterol, diabetes, hipertensión,
entre otras…
Colombia en pro
del bienestar de los estudiantes cuenta con entidades que buscan la
incorporación y permanencia de programas de alimentación y nutrición. El programa de Alimentación Escolar P.A.E[1],
hace parte de uno de ellos. Este contribuye al incremento de
la permanencia de los niños en el sistema escolar, disminuye los índices de
deserción, aporta al desempeño y desarrollo de las competencias necesarias para el
aprendizaje escolar.[2] Permite un buen desarrollo físico y mejora
la capacidad de atención en sus procesos
de aprendizaje.
Todo esto se
logra si el estudiante cuenta con una adecuada nutrición y una buena
salud en los primeros años de vida.
Siendo así la alimentación y la
educación son variables multirelacionadas que buscan entornos con educación
de calidad en educandos sanos.
Tomando como
muestra las instituciones educativas del Municipio de Itagüí de acuerdo a su contexto y condiciones socioeconómicas encontramos
que muchos de los estudiantes consumen
sus principales alimentos en las instituciones del municipio, y algunos en sus casas. Los fines de semana se presume que muchos de
ellos pasan con sus familias o amigos, por lo tanto almuerzan o comen en
restaurantes, en sus casas o en distintos lugares que visitan. Pero desconocemos si estos alimentos que
consumen a diario son nutritivos para los niños y las niñas de nuestras
instituciones, y si les aportan la energía suficiente para favorecer los
procesos de aprendizaje.
En la
Institución Educativa Ciudad Itagüí los estudiantes desde preescolar a quinto son beneficiarios del programa
municipal de Refrigerio Escolar, la mayoría de ellos consumen los alimentos que
en el refrigerio y en el restaurante escolar les brindan diariamente durante su
jornada escolar, siendo estos alimentos para muchos de ellos los principales en
su alimentación diaria. Situación en la que
no se evidencia una cultura de
sana alimentación, debido a que no tienen muy claro el valor y la importancia
de una adecuada nutrición. Un ejemplo
muy claro es que cuando les dan alimentos nutritivos como fruta, ensalada,
carne, pollo, etc., estos prefieren no consumirlos dejando estos alimentos en
los platos e inclusive en oportunidades
los arrojan a la basura, pero cuando les dan
fritos, pasteles, pan, etc., consumen todo y hasta quieren repetir; en
otras ocasiones van y miran lo que están dando en el refrigerio y/o el almuerzo
y si no es de su agrado o gusto se devuelven y no los consumen.
Con relación a
esta situación surgen los siguientes interrogantes: ¿los alimentos que consumen
los estudiantes diariamente aportan a una adecuada alimentación de acuerdo a su
edad?, ¿la salud de los
estudiantes, su condición fisiológica y sus hábitos culturales dependen de la
alimentación?, ¿saben los estudiantes la importancia de tener hábitos
saludables de alimentación?
Por tal razón, la propuesta para
la ejecución de este proyecto parte del tema de la nutrición como parte
fundamental que favorece el aprendizaje de los estudiantes; y se hace
transversal con el área de las matemáticas,
permitiendo fortalecer el desarrollo del pensamiento numérico al hacer
relaciones desde vivencias cotidianas, lo que genera en los estudiantes un
aprendizaje más significativo.
[1] http://www.mineducacion.gov.co/1621/w3-propertyvalue-49760.html
[2] Instituto para la
investigación educativa y el desarrollo pedagógico. “Aspectos nutricionales en
el aprendizaje y socialización en escolares en Santafé de Bogotá”, p. 80.
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